Las mejoras en las relaciones comerciales de EE.UU con el resto los países de mundo es la prioridad de Joe Biden.
El próximo gobierno estadounidense contará con varios retos a los cuales deberá enfrentarse, empezando por colocar al país rumbo a su recuperación económica.
Esto, debido a la severa crisis de coronavirus, pero también enfrentará dificultades comerciales.
«En su intento de poner a ‘Estados Unidos primero’ -en términos de empleos y ganancias- el presidente Donald Trump aplicó impuestos a las importaciones procedentes de aquellas naciones que juzgó que intentaban darles a sus productores una ventaja injusta, con pocos beneficios discernibles para EE.UU.» explicó Dharshini David, corresponsal de la BBC.
¿Qué supondrá un cambio de guardia en la Casa Blanca en la política comercial del país?
Aquí van 6 factores claves.
Entre las prioridades de ambos mandatarios no hay mucha diferencia.
El lema “Compre estadounidense» que usó Biden en su campaña electoral, es parecido a algunas propuestas de Trump.
Debido al aumento del desempleo en Estados Unidos por la pandemia, la promesa de ayudar a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos es un gran actrativo.
Por eso, Biden prometió penalizar a las empresas estadounidenses que trasladan trabajos al extranjero.
Mismo sueño, diferentes medios.
Entre ambos candidatos hay diferencias entre sus maneras de triunfar en el escenario mundial.
Trump optó por buscar ese objetivo de forma unilateral, con la utilización de aranceles y las amenazas en contra de China.
Biden prefiere la idea de sumar fuerzas con otros socios, a través de un enfoque multilateral y de esfuerzo común entre países.
Retomar su relación comercial con la Unión Europea.
Con la intención de calmar las aguas turbulentas, Biden pretende reducir los aranceles de impuestos a la Unión Europea.
El gobierno de Trump impuso importantes aranceles a muchos productos europeos como retaliación por las ayudas estatales que recibía el fabricante europeo de aviones Airbus
Los analistas creen que Biden podrá evitar el aumento de aranceles e incluso podría eliminar los existentes, así como los que busca aplicar a las importaciones de acero y aluminio.
También es probable que desparezca la amenaza de aplicar impuestos a las importaciones móviles.
¿Habrá una relación “menos especial”?
Las relaciones comerciales con el Reino Unido podrían bajar escalones en la lista de prioridades de Biden, incluso con “relación especial» que han mantenido ambos países.
A pesar que los británicos han intentado cortejar al equipo de Biden, no es probable que el presidente desee firmar un acuerdo pronto.
¿Qué sucederá con América Latina?
En términos comerciales, Biden heredará el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) , producto de la renegociación que hizo Trump del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, vigente desde inicios de siglo.
El gobierno de Biden ve con buenos ojos al (T-MEC), aprobado en el Congreso de EE.UU, apoyado firmemente por ambos partidos.
Dentro de este tratado, se contemplan clausulas respecto a los derechos de los trabajadores y a la protección ambiental
Diversos analistas esperan cambios en las relaciones con Cuba, que sufrieron un importante retroceso durante el gobierno de Trump.
Más que comercio de bienes.
Es importante saber que las políticas comerciales van más allá del envío de contenedores cargados de mercancías a los puertos. Mientras Trump miraba con recelo a la OMC, algunos esperan que Biden apueste por fomentar la reforma y modernización de la organización, donde se establecen las normas de comercio internacional
